jueves, 21 de mayo de 2015

Aprendiendo a Sentir

Algunos pensarán que como se puede aprender a sentir a los 39 años? pues si, es justo lo que me está ocurriendo a mí. Como relaté en mi primer post “corazón helado” me encerré en mi misma y dejé de sentir cualquier emoción. Por suerte desde hace unos meses que comencé mi terapia de “Biodescodificación” aprendí mucho sobre mí, liberé lastres y traumas y pude derretir ese “corazón helado” pero nadie dijo que fuera fácil. Tienes que empezar de cero, a dar pasitos de bebé y desaprender todo lo aprendido para volver a aprender y en ese proceso estoy aún.

Como va a ser difícil aprender a sentir, amor, felicidad, alegría, tristeza, ira, etc. cuando eso se aprende desde pequeño?, pues bien, cuando se olvida y se empieza de nuevo, tomando conciencia de cada sentimiento, no es tan fácil, porque son emociones totalmente desconocidas para ti, a veces incluso cuesta diferenciarlas, y cuando son negativas te sientes mal contigo misma por sentirlas porque no quieres sentirte así, era mas fácil sentir dolor físico como antes que el dolor emocional. Te vuelves cómodo con tu anterior situación y el permitirte dolor emocional es para valientes.

Y además sufres porque los que están a tu alrededor lo pasan mal cuando te ven triste, o enfadado, sobre todo quienes mas te quieren como en mi caso mi compañero de vida, que es mi gran apoyo, mi pilar mas importante. Y a veces me gustaría ser como antes para no preocupar a nadie, pero se que eso no es lo correcto, debo permitirme sentir cualquier emoción sin pensar, sin sentirme culpable por ello. Aun estoy en ese proceso. Es complejo de explicar, porque como alguien se va a sentir culpable de sentir? pues ocurre en personas que piensan mas en los demás que en si mismas, y eso también es parte de mi nuevo aprendizaje, el pensar en mi antes que en los demás, que no es egoísmo, eso es lo que nos han hecho creer, es aprender a amarse, valorarse y respetarse a uno mismo.

He querido escribir este post pensando en todos aquellos que me quieren, para que no sufran ni lo pasen mal viéndome en mi transformación de oruga a mariposa. Que aunque hay días que llore, o lo pase mal, o aun no sepa gestionar mis emociones, me siento bien, me siento que empiezo a ser yo y sobre todo empiezo a sentirme libre de ataduras y lastres aunque desde fuera no se vea así. Me hace sentir viva.


Y quiero dar las gracias a Manuel por estar en mi vida, por ser mi apoyo incondicional, por sus sabias palabras, por sus muestras infinitas de cariño, por su paciencia, por ser mis ojos cuando no veo mi camino, por ser mi guía cuando me pierdo, por creer en mi y sobre todo por saber verme. Eres lo mejor que me ha pasado en la vida y doy gracias cada día por ello. Aishiteru.


domingo, 3 de mayo de 2015

El día de la Madre

Mamá, que palabra tan sencilla y a la vez  tan grande. Cuantas cosas hermosas encierran esas dos silabas.

Si uno busca la definición de madre en el diccionario pone: “mujer que ha parido” una madre no es solo eso, no es solo la mujer que te ha parido, sino que te ha dado la vida, te ha llevado 9 meses dentro. Es la primera persona que te ha amado sin verte, sin conocerte; es quien se ha cuidado para que nazcas sano y fuerte. Es tu primer beso, tu primer abrazo, tu primer amor, ella te amará incondicionalmente mientras viva.

Ella es quien te alimenta, quien aguanta noches de insomnio, quien te cuida, quien te seca las lágrimas, quien te levanta cada vez que te caes, la que te apoya y cree en ti, la única que te conoce realmente, la que sabe cada rasgo de ti, cada gesto, cada peca.

La única persona capaz de sacrificarse e incluso dar la vida por ti. Es la que siempre te sonríe, te mima, y sí, también te regaña, te castiga, con quien te peleas, a quien le protestas pero ella es parte de ti y tu eres parte de ella.

Estamos unidos a nuestras madres de por vida. Nos cortan el cordón que nos une a ella al nacer pero es solo un acto simbólico, estamos “conectados” a ellas por uno mucho más fuerte, el del amor.

Y ese amor es indestructible, ni si quiera cuando uno de los dos deja este mundo se rompe.

Una madre es una amiga, una maestra, una confidente, es tu otra mitad, es quien nunca te abandonará al menos no de manera voluntaria. Una madre lo es todo, no seriamos nada ni nadie sin ellas.

A veces se equivocan, no son perfectas, pero ahí reside su grandeza, porque nadie les enseñó y a pesar de sus defectos y de sus errores nunca se rinden y siguen luchando.

Siempre nos dan su amor incondicional aunque a veces sean las eternas olvidadas, porque no valoramos todo su esfuerzo, su entrega, su sacrificio, su dedicación, porque pensamos que siempre estarán ahí para nosotros. Y crecemos, y dejamos de decirles “te quiero”, de darle abrazos, besos, y ellas nunca se quejan, te siguen amando igual.

Hoy es el día de la madre, pero todos los días deberían serlo, porque son un gran ejemplo de lucha, de amor y porque ninguno existiríamos de no ser por ellas.

Yo hace casi 22 años que no pronuncio la palabra “mamá” y no hay día que no piense en ella, siempre está presente, y me arrepiento de todas las veces que no le dije que la quería, o no le sonreí, o no le di un beso o un abrazo… como dice el dicho “uno no sabe lo que tiene, hasta que lo pierde”

Para mí una madre es lo mas valioso y aunque la mía ya no está presente la amaré mientras viva, así que mi humilde consejo es: “haced que todos los días se sienta especial” regálale cada día un abrazo, un beso, un te quiero, una palabra de cariño y la harás la madre mas feliz del mundo.

Y cuando sea “viejita” y se vuelva, torpe, olvidadiza, cascarrabias, etc. no la apartes de tu vida, no la olvides, ni pienses que es una carga o una molestia, porque hizo lo mismo por ti. Ella te dio la vida, te cuidó, te dio amor, y cuando llegue la hora, es cuando tienes que demostrarle lo bien que lo hizo contigo, es la mejor manera de darle las gracias.

Así que coge ahora el teléfono y dile “te quiero” o si la tienes cerca abrázala, bésala y dile gracias. Veras como se iluminan sus ojos, su alma y brota la mas hermosa de las sonrisas. Graba en tu memoria y en tu corazón ese instante mágico, porque no volverá.

Yo a mi mami, no la puedo llamar, ni besar ni abrazar pero tengo grabada su eterna sonrisa en mi mente y en mi corazón y se que allá donde esté me oirá decirle: 

“Gracias mamá por darme la vida,  gracias mamá por existir”

                         Te quiere, Nani.                                               


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