Y llegó el día en que me sentía un nómada, un sherpa, estaba completamente vacía, me miraba al espejo y no reconocía mi reflejo, me había perdido.
Estaba completamente aislada del mundo, es el alto precio que pagué por no querer sentir más. Pero me levanté un día y una amiga que es como mi hermana, mi Nana, me recordó quien era realmente. Y al principio no me reconocí en sus palabras pero resonaron en mi corazón y pensé: "no esta todo perdido" y lloré, lloré mucho, pero me sirvió para darme cuenta que no estaba tan muerta en vida como parecía. Y busqué en lo mas hondo de mí y encontré un resquicio de quien había sido antes de todos los acontecimientos que me hicieron cambiar. Y dije: "Ya es hora de saber quien soy realmente"
Y pensé en todas aquellas personas que la vida había puesto en mi camino, "mis ángeles" como yo los llamo que ellos bien saben quienes son, sobre todo uno muy especial que aun a día de hoy y a pesar de la distancia sigue siendo "mi guía" fue la primera persona que supo verme tal y como soy realmente, la primera que creyó en mí y que me enseñó a perdonar, a ver la vida con otros ojos, que me mostró el camino y que me dijo "tu puedes" y esta vez al recordarla lloré pero de emoción, porque sus sabias palabras retumbaron de nuevo en mi mente y en mi corazón. Al fin me sentí preparada para dejar de tener el corazón helado.
Y por segunda vez en mi vida, busqué ayuda y lo encontré en tierras galegas, de donde son mis ancestros que me ayudó a encontrarme, a saber quién soy y quién quiero ser. Me ayudó a desterrar todo lo que no era mío y a caminar mas ligera y poco a poco mi corazón comenzó a derretirse.
Gracias a esos pasos mi corazón empezaba a recobrar vida, los miedos se estaban alejando, empezaba a sentir pero poco a poco, me estaba reeducando, aprendiendo de nuevo a reconocer las emociones, me sentía como un bebé dando sus primeros pasos, y de repente apareció un nuevo "ángel" en mi vida.
Pero no un "ángel" cualquiera, uno que no esperaba ni buscaba pero inconscientemente llevaba toda mi vida anhelando. Sus cálidas palabras rápidamente llegaron a ese corazón helado que nunca antes había amado, al que le daba tanto miedo sentir y consiguió derretirlo y llegar directo a el.
Sin esperarlo, ese corazón helado, se llenó de amor, pero no un amor cualquiera, sino el mas puro y sincero que jamás soñé. Y ese "ángel" me devolvió la sonrisa, las ganas de vivir, de luchar, de soñar, de querer ser la persona que siempre he querido ser. Él es mi maestro, mi amigo, mi confidente, un espejo donde poder reflejarme, unos brazos donde poder refugiarme, unos ojos donde poder perderme, una sonrisa que ilumina mi alma, es mi compañero de viaje,de vida, mi guía, es quien consiguió convertir un corazón helado en CORAZÓN SAKURA.
Y pensé en todas aquellas personas que la vida había puesto en mi camino, "mis ángeles" como yo los llamo que ellos bien saben quienes son, sobre todo uno muy especial que aun a día de hoy y a pesar de la distancia sigue siendo "mi guía" fue la primera persona que supo verme tal y como soy realmente, la primera que creyó en mí y que me enseñó a perdonar, a ver la vida con otros ojos, que me mostró el camino y que me dijo "tu puedes" y esta vez al recordarla lloré pero de emoción, porque sus sabias palabras retumbaron de nuevo en mi mente y en mi corazón. Al fin me sentí preparada para dejar de tener el corazón helado.
Y por segunda vez en mi vida, busqué ayuda y lo encontré en tierras galegas, de donde son mis ancestros que me ayudó a encontrarme, a saber quién soy y quién quiero ser. Me ayudó a desterrar todo lo que no era mío y a caminar mas ligera y poco a poco mi corazón comenzó a derretirse.
Gracias a esos pasos mi corazón empezaba a recobrar vida, los miedos se estaban alejando, empezaba a sentir pero poco a poco, me estaba reeducando, aprendiendo de nuevo a reconocer las emociones, me sentía como un bebé dando sus primeros pasos, y de repente apareció un nuevo "ángel" en mi vida.
Pero no un "ángel" cualquiera, uno que no esperaba ni buscaba pero inconscientemente llevaba toda mi vida anhelando. Sus cálidas palabras rápidamente llegaron a ese corazón helado que nunca antes había amado, al que le daba tanto miedo sentir y consiguió derretirlo y llegar directo a el.
Sin esperarlo, ese corazón helado, se llenó de amor, pero no un amor cualquiera, sino el mas puro y sincero que jamás soñé. Y ese "ángel" me devolvió la sonrisa, las ganas de vivir, de luchar, de soñar, de querer ser la persona que siempre he querido ser. Él es mi maestro, mi amigo, mi confidente, un espejo donde poder reflejarme, unos brazos donde poder refugiarme, unos ojos donde poder perderme, una sonrisa que ilumina mi alma, es mi compañero de viaje,de vida, mi guía, es quien consiguió convertir un corazón helado en CORAZÓN SAKURA.
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